El trabajo es esencial para la vida, el desarrollo y la satisfacción
personal. Por desgracia, actividades indispensables, como la
producción de alimentos, la extracción de materias primas, la
fabricación de bienes, la producción de energía y la prestación de
servicios implican procesos, operaciones y materiales que, en
mayor o menor medida, crean riesgos para la salud de los trabajadores,
las comunidades vecinas y el medio ambiente en general.
No obstante, la generación y la emisión de agentes nocivos en
el medio ambiente de trabajo pueden prevenirse mediante intervenciones
adecuadas para controlar los riesgos, que no sólo
protegen la salud de los trabajadores, sino que reducen también
los daños al medio ambiente que suelen ir asociados a la industrialización.
Si se elimina una sustancia química nociva de un
proceso de trabajo, dejará de afectar a los trabajadores y
tampoco contaminará el medio ambiente.
La profesión que se dedica específicamente a la prevención y
control de los riesgos originados por los procesos de trabajo es la
higiene industrial. Los objetivos de la higiene industrial son la
protección y promoción de la salud de los trabajadores, la
protección del medio ambiente y la contribución a un desarrollo
seguro y sostenible.
La necesidad de la higiene industrial para proteger la salud de
los trabajadores no debe subestimarse. Incluso cuando se puede
diagnosticar y tratar una enfermedad profesional, no podrá
evitarse que ésta se repita en el futuro si no cesa la exposición al
agente etiológico. Mientras no se modifique un medio ambiente
de trabajo insano, seguirá teniendo el potencial de dañar la
salud.
Excelente tema... es de vital importancia tenerlo en cuenta...
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